Mi hermano mayor tenia la Spectrum, y probé varios juegos pero no me enganchaban, no estaban mal pero algo en mi interior me decía, esperate, seguro que esto lo mejorarán, no es nada real, y así fue. Con las consolas portátiles pasaba lo mismo, mientras que el resto de niños se juntaban en un banco solamente viendo jugar a alguien y como mucho turnándose para jugar a esas consolas con un juego insertado tipo Game & Watch, eso no me atraía mucho, aunque si que recuerdo que me picaban para obtener mejores resultado, siendo esto lo más divertido y no el juego en si.
El buen vicio empezó con la Gameboy (no con la Gamechild, que tenia su misma forma pero solo un juego dentro) en el caso de las portatiles, y en el caso de las de sobremesa también tardé en enchufarme, ya que me parecían caros los juegos de Nes así que esperé, y cuando salió la Snes me hice con una Nes Clonica con muchos juegos dentro además de que podía leer cartuchos con muchos juegos también, así fui empezando.
Aunque ahora tenga todas las consolas grandes, en su lanzamiento no las tuve todas, y es que no confiaba en consolas como Sega Saturn o Dream Cast porque veia sus juegos muy parecidos a los de Sony PlayStation, en cambio si que confiaba en Nintendo ya que sus juegos eran bastante diferentes a los de Sony Playstation.
El titulo de este post iba a ser "No siempre me han gustado los videojuegos" pero no es del todo cierto así que lo cambié por el actual.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario